HOY, distinto de la mayoría de
las veces...
Pequeños relatos de mi vida cotidiana, largas crónicas sobre viajes inolvidables, alguna que otra nostalgia y una declaración de amor, o tal vez dos.
¿Y dónde está el prospecto?
Siempre que abro una caja de
medicamentos, lo realizo del lado incorrecto, es decir, mis dedillos se chocan
con el prospecto y tengo que esforzarme en tomar una decisión: saco el
prospecto (que no se por qué no va a querer entrar cuando lo quiera volver a
meter, ¿no se doblarlo? ¿se agranda cuando sale a respirar? y lo tendré que
hacer de prepo nomás) y a continuación sacar de la caja la respectiva tableta a
consumir; ó cerrar la cajita (ay qué difícil que es cerrarlas) y abrirla del
otro lado... o sea, del correcto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)