Pequeños relatos de mi vida cotidiana, largas crónicas sobre viajes inolvidables, alguna que otra nostalgia y una declaración de amor, o tal vez dos.
Un buen nombre es lo más valioso que uno puede tener
Yo pensaba que Jorge era un
nombre común, hasta familiar te diría. De hecho, así llamaron a mi abuelo y
también a mi tío para honrar al padre, supongo. Pero hace un par de días, me di
cuenta de que no era así. No señor, “Jorge” no es un nombre de hijo de vecina,
ni es un nombre cualquiera. Al parecer es mucho más que eso.
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