El día del fin del mundo lo
llamaremos al conjunto de emociones y acontecimientos que nos sucedieron el
jueves 30 de diciembre del año 2010.
No creemos en vivir para
contarla, pero estamos de acuerdo en que si un día puede reunir sentimientos de
alegría, odio, miedo, adrenalina, gozo, cansancio, tolerancia, admiración,
impaciencia, equipo, mamitis, riesgo, esfuerzo, valentía, angustia, diversión,
compañerismo, caos y cosmos, deber ser contado y en detalle minucioso para
compartirlo y no olvidarlo nunca jamás.