Pídeme la luna

Ayer a la tardecita, estaba conmocionada con muchos pensamientos inconducentes y una sensación rarísima, sí rara y no muy grata. Estaba manejando, en mi caso, era un momento ideal para dejar a mi mente merodear, irme por las ramas y tal vez, llegar hasta el infinito y más allá en pensamientos, quién sabe más lejos también.