¡Honor y gratitud, y gratitud!


Si hay algo que nunca me hubiera imaginado que me iba a pasar era que dedicaría mi vida a la docencia.
No lo mamé en casa ni entre mis amigos, tampoco en el colegio.

El camaleón mamá


Pasaron tres meses desde que me mudé de hogar y con aquel simple cambio de domicilio, se mudaron conmigo mecanismos, miedos y con ellos me abrí a sentir y experimentar la vida de otra manera.