Algún lugar encontraré


Caminar, caminar mucho. Laten los pies. Se hacen sentir, como agradeciendo que los hacemos sentir vivos o como pidiendo a gritos que los dejemos descansar, o tal vez ambas, o quizás sea una queja por la falta de destino, you know, just wandering around or following a friend’s day. Sí eso, ir al ritmo y a los lugares o rutinas de otro.

Pero por la gana de hacerlo, simplemente. Entonces, por hoycito nomás, liberada al albedrío de otro y no pensar, ni decidir…sólo relajarse y caminar.

Lo único que quería hacer hoy era ir a ver el musical Lion King, y ni fui. Pero fui a otro lado, a ver otro. Pasé por muchas ventanillas de teatros primero, a preguntar si había entradas para esa misma noche y había y no había también. Algunas más baratas y otras menos baratas. La cuestión es que no sabía ni qué carajo quería ver. Al caso, una elección genuina y acertada. Un show con historia, buena música, mucho baile, polémica, cultura, diálogo, romance, interesantemente entretenido. Memphis. Me tomé una cerveza en el entreacto.

Y ahora otra, en un bar y escribo porque no sé qué hacer. Porque me quise sentar en la barra y miré para adelante y como no le hablé al barman, agarré esta libreta. Y escribo y cada tanto doy un sorbo. Why can’t just I do this in Buenos Aires, back at home? ¿Quizás porque tengo que agarrar el auto, y no da? ¿Qué es que no da? ¿Quién dice? ¿O simplemente porque yo no puedo soportarme la idea de verme ahí sentada?

Ni siquiera sé qué me genera. Si elijo entre positivo y negativo, es positivo. Si es entre blanco y negro, es negro. No sé. ¿importa? Me parece que no. Yo estoy bien acá… ¿Se podría mejorar? Claro que sí. Siempre hay algo para mejorar de todos modos.

Ni blanco, ni negro, colores. Hoy puede ser naranja, o por qué no verde o violeta, o los tres. Sí, los tres. Me quedo con los tres.

Ati Irazusta
Nueva York, 18 de febrero de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario