El Sensei

Veníamos bárbaro con Pablo, mi censista, en la dinámica pregunta-respuesta sobre la vivienda y las características habitacionales del hogar, cuando me hace la segunda pregunta de la tercer página:


"¿es varón o mujer?"...

Me quedé mirándolo y se quedó mirándome en silencio, aguardando una respuesta.

Abrí los ojos lo más grande que pude, hice una mueca y hasta sentí un poco de vergüenza.

Entonces le contesté: "mujer"...hasta casi dudando de la situación toda. En ese instante, tomó su lápiz tecnológico y tildó el casillero que desde un primer momento me correspondía.

Y ahí fue cuando empezó a toser, como que se atragantó, ¿habré puesto nervioso al joven estudiante? Fui a la cocina a buscarle un vaso de agua, volví, se lo arrimé y le dije: "íbamos por la parte en la que soy mujer".


Después me quedé pensando: un 27 de octubre se casó la primera de mis amigas, hoy  27 de octubre se murió el polémico ex presidente de la Nación y ese mismo día, cuando el país entero estaba siendo censado, a mí me estaban preguntando de qué sexo era.

¿Era acaso el censista demasiado meticuloso y estructurado y no quería equivocarse? ó ¿tengo cara de chabón?

Ati Irazusta
Maipú y la vía, 27 de octubre de 2010

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